Fueron las pioneras, sí las que con su justa economía y pasando por penurias, guerras etc. han sabido llegar hasta nuestros días, incluso muchas de ellas, perteneciendo a la primera categoría y deleitando nuestras miradas desde los primeros días de marzo, hablamos de las fallas del centro.
Tres sectores en concreto que luchan a diario por sobrevivir. Sector El Carmen, Pilar-Sant Francesc y La Seu-La Xerea-El Mercat no todas sus fallas las cuales componen estos sectores, pero sí algunas de ellas, sufren una “despoblación fallera” en sus barrios.
Zonas comerciales, oficinas, lugares de paso donde no existe un barrio al uso como en los inicios de nuestras populares fiestas, donde los vecinos y comerciantes se involucraban al máximo para que la fiesta brillara cada año más, gracias a estos esfuerzos las fallas hoy por hoy son conocidas mundialmente, llegando a conseguir en 2016 ser declaradas por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Pero la realidad de algunas fallas de estos históricos barrios valencianos es otra, la disminución de comisionados en los últimos años es considerable, se hace imposible sobrellevar cada ejercicio fallero. El alquiler o compra de locales para casales en estas zonas es desorbitado, si es que los encuentras… La implicación de los comerciantes cada vez es menor y la involucración del vecindario disminuye.
Todo esto sumado a las dificultades a las que en los últimos años se ve sometido el fallero para poder acceder a su casal ya no en fallas, si no cualquier día del año, ya sea para reuniones, actos etc.
La imposibilidad de aparcar, las cámaras de vigilancia etc. no favorecen a la hora de “repoblar” estas zonas o incluso facilitar a los falleros que residen en otras zonas y quieren acudir a su falla en zona centro. Sería una pena que poco a poco fueran desapareciendo estas comisiones.
Algunas de ellas para no hacerlo han tenido que optar por la opción de juntarse con otra comisión. Esperemos no sea este el futuro y sigamos luchando para que estas, las pioneras, permanezcan y sigan deleitándonos cada marzo con sus maravillosos monumentos plantados en los históricos barrios de Valencia.